A la hora de los balances en la obra, sigo pensando que no hemos entendido para nada lo que el Señor quiere decir con "Buscar Adoradores". He oído toda clase de aberraciones con el tema, desde unos tipos inventados, disfrazados de siervos, con unos aires doctorales, hasta otros que se ven buenas personas, humildes, despistados, pero inofensivos. Congresos para "Súper adoradores", donde nos quieren hacer creer que adorar es cantar romántico, bajito, a media luz u otros retiros de la "Extrema unción" (no confundir con extremaunción, la que se le da al tipo cuando está a punto de estirar la pata), donde el sello de Dios es un cototo que nos deja en la cabeza producto de las caídas de tanto que sopla para hacernos entender lo despistado que andamos en el tema. O sencillamente el tipo que derechamente te mete la mano al bolsillo aprovechando que estás en un trance de adoraciónpor los soplidos de y un sinfín de cosas más, a cuyas instancias, la iglesia permanece impertérrita, igual que siempre. A mí me parece ( sin aires doctorales ni con una falsa humildad, sino simplemente opinando) que debemos tirarnos de cabeza y buscar, buscar y buscar, algo que falta. Porque es tan obvio que algo nos falta; no puede ser que esto que se vive en las congregaciones, en Chile, EEUU, o la conchinchina, porque es una ausencia transversal, sea todo el propósito de Dios, y que la esposa del cordero sea esta expresión a la cual pertenecemos. Si así fuera, el evangelio sería un absurdo, una mascarada, un baile de mimos. Y yo no creo que habiéndose pagado el precio que hubo que pagar, nada menos que Dios convertido en un judío de pueblucho antiguo, colgado en una cruz como criminal, los resultados ya estén a la vista. Obviamente que no es así, algo falta. Algo que nos haga soñar con el sueño de Dios, que no nos deje vivir por la pasión con lograr esos resultados. ¿Que es lo que falta? Que buena pregunta la que se me ocurrió. Ojalá tuviera la misma imaginación a la hora de las respuestas..
